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viernes, 10 de diciembre de 2010

Postprocesualidad: El cuento y la arqueología

Precisamente, lo que consideramos como el mayor logro de la arqueología postprocesual es la visión del registro arqueológico como un texto posible de ser interpretado, y la investigación arqueológica como un discurso más, entre muchos otros, sean científicos o no. Esto tiene implicancias en la arqueología desde lo teórico, y en la práctica dado su dimensión política.
Desde lo teórico su implicancia es debido a si es efectivamente posible interpretar el registro arqueológico de manera fiable, y en la práctica, si el discurso arqueológico es finalmente otro texto, qué relevancia tiene, qué autoridad, cómo comparamos, cómo elegimos, etc...

Desde un comienzo una visión lingüistica de la arqueología parecía estar predestinada, ya había ocurrido en la antropología con el buen Claude Levi-Strauss, que tomando las ideas de Saussure, las aplicó a la antropología, al estudio de los mitos y el parentesco específicamente.

De la misma forma, el "Club de Ian", toma las ideas de Saussure y esta vez la aplican al registro arqueológico, transformando lo que antes era asociación espacial y funcional de objetos, en un texto que codificaba escenas del pasado. Sin embargo, aquí surge la primera imposibilidad, ¿es posible conocer la verdad sobre el pasado?
Los Posprocesuales son honestos, "No", pero es posible interpretarlo a través de la hermenéutica, y aunque no se pueda llegar a la verdad sobre el pasado, podemos aproximarnos.

Esto nos hace preguntarnos si quizá las evidencias del pasado no están aquí para que plantemos respuestas, sino preguntas...

Como dice el mismo Ian, con respecto a Catalhôyûk: "the dig at Çatalhöyük will always be raising new questions for people to explore." (Fuente: http://www.smm.org/catal/mysteries/ian_hodder/)

Por supuesto, las diversas interpretaciones que se dan a partir de las distintas arqueologías procesuales nacen gracias a la apertura de la tolerancia discursiva, una vez que la muralla de la objetividad como forma de validación cae. Así tenemos investigaciones desde el marxismo, el feminismo, el indigenismo, investigaciones sobre el poder y la dominación, etc. Cada uno de estos discursos tomando sus propias fuentes, desde Pierre Bourdieu, Michell Focault y Michael Giddens hasta Latour, Heidegger pasando por los ya nombrados Claude L-S y Ferdinand de Saussure.

Ante la, o las, arqueologías posprocesuales estamos frente a un tremendo abanico de discursos, todos tolerables, porque no hay forma de validar uno por sobre otro, sea más o menos científico.

Así que estamos frente a un cuento, donde sólo ciertos nombres son más escuchados, y a pesar de que todos los discursos son tolerables y válidos, sólo unos pocos firman los libros y sólo unos pocos tienen articulos publicados.

Pensamos, ¿es esto importante? ¿es importante para lo que pasa en Latinoamérica y en Chile? Que la arqueología dependa de las revistas.
Es cierto, la publicación es necesaria para la comunicación, pero actualmente, ¿son las revistas un buen medio de comunicación? ¿Cumplen su obejtivo?

Al final, ¿quién, a parte del que interpreta el texto, termina leyéndolo? y ¿Cómo afecta esto a la sociedad?

No podemos dejar de preguntarnos esto, porque como se ha dicho, entre la teoría y la práctica no existe discontinuidad y al final nosotros tratamos con cuentos, con interpretaciones y en la práctica:

"La interpretación está en la punta de la espátula" Ian Hodder